Isabel

Tras la coronación de Isabel estallan los primeros problemas matrimoniales. Los nobles facciosos se alían y recurren a Portugal para proclamar reina a su sobrina Juana la Beltraneja.

Isabel está de nuevo embarazada, antepone sus obligaciones como reina. Los intentos por evitar que Portugal apoye a Juana fracasan, esta va a casarse con el rey luso.

A pesar de los sinsabores, Isabel y Fernando deben permanecer unidos si quieren ganar la guerra y ratificarse como monarcas de Castilla. Mientras Fernando y sus tropas luchan para derrotar a los rebeldes, Isabel gobierna.

Mientras los últimos focos de resistencia 'juanista' van cayendo, Isabel se debate entre imponer duras penas a los nobles vencidos o pactar con ellos. Diego Pacheco, se niega a capitular.

Pacificada Castilla la Vieja, la reina viaja a la convulsa Sevilla para imponer orden y justicia. Allí debe enfrentarse a el Duque de Medina-Sidonia y el Marqués de Cádiz.

Isabel da a luz al príncipe Juan. Victoria definitiva sobre Portugal y un heredero varón para las coronas de Castilla y Aragón. Isabel encierra a su enemiga Juana en un convento.

La infanta Juana ha nacido. Es un bebé sano y despierto. El físico de la reina teme las consecuencias de un nuevo embarazo e impone una dura prueba a los reyes.

Isabel aún se siente humillada por la aventura de Fernando con Beatriz de Osorio. El rencor y el temor a que una ofensa así se repita lastran sus compromisos como gobernante.

Los primeros éxitos en la guerra contra Granada animan a realizar ataques de mayor envergadura. Fernando, se ve forzado a lanzar una ofensiva para contentar a los nobles.

Un navegante consigue audiencia con Isabel. Desea que Castilla financie un viaje que abriría una nueva ruta hacia las Indias. Es Cristóbal Colón. A la reina le atrae la idea.

La guerra contra Granada entra en una fase crucial, puede decidirse si Málaga es sometida. Un cristiano originario se ofrece para traicionar a El Zagal.

El príncipe Juan cae enfermo. Boabdil sigue dando largas para rendir Granada. El enlace entre Alfonso e Isabel se convierte en un matrimonio por amor.

Granada debe rendirse. Las diferencias de opinión sobre cuál debe ser el destino del dinero sobrante de la guerra llega a provocar el enfrentamiento entre los reyes.