Moto Nómada

Comienza la aventura. Miquel desembarca en Alejandría y comienza su recorrido en busca de las fuentes del Nilo azul descubiertas por Pedro Páez. Cruzará Egipto, Sudán, Etiopía y Kenia donde recorrerá el Masai Mara entre animales salvajes.

El siguiente punto de arranque es Bombay para dirigirse a Goa, donde está el sepulcro de San Francisco Javier. Desde ahí un viaje estresante y peligroso hasta Nepal, donde Miquel recoge a su madre para ver los Himalayas antes de saltar a Bangkok y Kuala Lumpur.

El viaje de Miquel le lleva a saltar desde Malasia a la isla indonesia de Sumatra, donde recorrerá selvas impenetrables y sufrirá un clima monzónico, carreteras terribles y accidentes. Después Java y Yakarta antes de conseguir embarcar hacia Borneo.

Miquel toma un barco prisión para viajar desde Borneo a la isla filipina de Mindanao. En Filipinas rinde homenaje a Fernando de Magallanes e irá tomando ferries hasta llegar a Manila, donde recuerda a su fundador, Miguel López de Legazpi. Una vez alcanzada la metas, cambiamos de continente y nos vamos a Vancouver en Canadá para viajar hacia Alaska.

Miquel llega a Valdez, ciudad con nombre español más al norte del planeta. Desde allí retoma su viaje hacia el este cruzando la bella región de la Columbia Británica de montañas, bosques y glaciares.

Miquel recorre la frontera entre Canadá y Estados Unidos, y de Calgary pasa a Montana para visitar uno de los parques nacionales más antiguos y sorprendentes de USA: Yellowstone. Luego proseguirá viaje hasta Dakota para participar en la concentración motociclista más famosa del país: Sturgis, donde aprovecha para hacerse un tatuaje que recuerde su vuelta al mundo.

Miquel realiza su último tramo en Norteamérica de su gran aventura. De Chicago cruza de nuevo a Canadá para visitar Toronto y probar un scooter, para luego dirigirse a la Gran Manzana, Nueva York, donde casi puede dar por concluida su vuelta al mundo, pero antes le entrevistarán en la CNN, para lo cual tendrá que ir a Atlanta.

Miquel lleva la moto a una empresa en NY que se encargará de enviársela de vuelta a España para dar por terminada esta aventura. Cuando regresa al punto de partida se encuentra con un recibimiento inesperado de todos los amigos que han ido siguiendo su viaje a través de las redes sociales. Resulta evidente con tanto afecto que esto no es el final sino solo el comienzo de una nueva aventura.