A principios de 1950 un joven campeón de esgrima, Endel Nelis, llega a Estonia huyendo de su pasado y de la policía secreta de Stalin. Allí encuentra trabajo como profesor y funda un club deportivo para sus alumnos. Endel se convierte en una figura paternal para los niños, la mayoría de ellos huérfanos debido a la ocupación rusa, a los que comienza a transmitir su gran pasión, la esgrima.