Durante una terrible tormenta un circo pierde accidentalmente a una pequeña cebra. El criador de caballos Nolan Walsh rescata al potrillo y se lo lleva a casa. Walsh entrenaba caballos de carreras con éxito, pero actualmente lleva una vida tranquila con su hija en su granja de Kentucky. En cuanto Rayas ve la pista de carreras que hay al lado la de la granja sabe que ha encontrado su meta.