El Culebra y el Cabesa, dos raterillos chandaleros del tres al cuarto cercanos a la treintena, deciden dar su gran golpe: atracar una sucursal bancaria y huir a Brasil siguiendo los pasos del Dioni. Pero lo que se suponía un trabajo sencillo se complica debido a la irrupción repentina de Fermín, un empresario cincuentón cargado de explosivos, que amenaza con inmolarse.