Steven Russell es un convencional padre de familia que tras sufrir un accidente de tráfico tiene una inesperada revelación: es gay. Así comienza una nueva y disipada vida viéndose obligado a cometer una serie de fraudes para poder costearse sus gastos. Sus acciones lo conducirán a la cárcel, donde se enamora de su compañero de celda llamado Phillip Morris, con quien inicia una relación.