El fin del mundo está aquí de verdad y el pánico se apodera de la gente. James lo tiene claro: va a ir a una fiesta loca que organiza su amigo. De camino tropieza con Rose, que busca desesperadamente a su padre. A regañadientes la ayuda y el tiempo que pasa con la niña, le hace replantearse lo que es de verdad importante en la vida.