Tom y Anna son una pareja que durante varios años han gastado todos sus ahorros en tratamientos de fertilidad para poder tener hijos. Ahora tienen serios problemas económicos, pero su suerte cambia el día en que fallece su vecino. En su apartamento vacío, la pareja se encuentra nada menos que con 400.000 dólares y no dudan en quedarse con el dinero para resolver su difícil situación.