Scruff decide no celebrar la Navidad y se aísla en la buhardilla de la casa. Pero no conseguirá estar solo, pues a Scruff se le aparecerá el Fantasma de las Navidades quién, transportándolo en un viaje a través de las Navidades pasadas, presentes y futuras, tratará de abrirle los ojos sobre la importancia de la amistad y del saber compartir.