Cerca de un arroyo, se ha asentado un poblado neolítico. Su líder Kelab tiene la responsabilidad de ser el guardián del santo sagrario, Tineka. Mientras Kelab está cazando, el asentamiento es atacado y los miembros de la tribu son brutalmente asesinados. Solo sobrevive un bebé recién nacido. Cegado por el dolor y la furia, Kelab solo tiene un objetivo: ¡venganza!