Kiko y Marcelo creen encontrar la solución a sus problemas económicos realquilando una habitación de su casa. Pero como el piso en el que viven sólo tiene dos, adaptan un armario empotrado. Soto, un extraño personaje, no sólo acepta vivir en el pequeño "dormitorio" sino que les ofrece la solución definitiva a todas sus penurias. O eso se creen ellos...