En Boston, los hermanos irlandeses Connor y Murphy McManus, se convierten, en los "santos" de un barrio, tras matar a unos mafiosos rusos. Deciden eliminar a toda la escoria de la ciudad, pues creen que Dios los ha elegido para erradicar el mal de la Tierra. La policía y, especialmente un agente homosexual del FBI, les siguen la pista, aunque éste renoce, que hacen lo que él siempre ha deseado.