Christian disfruta dedicando su tiempo a sus dos hijas, conduce un coche eléctrico, respalda las grandes causas humanitarias y en el museo del que es programador está preparando la exposición "The Square", una instalación que incita a los visitantes al altruismo. Es de esa clase de personas. Pero cuando le roban su teléfono móvil, su reacción no le deja precisamente en buen lugar.