Tras su reciente separación, Irene se enfrenta por primera vez a la ausencia de su hija. Incapaz de adaptarse a esta nueva realidad, decide viajar a su casa en un pequeño pueblo del pirineo catalán, buscando recuperar la seguridad y la calma que hace tiempo ha perdido. Pero el lugar, antes tan familiar, se presenta tan abrumador como su nueva vida y la acabará forzando a enfrentarse a sus miedos.