Brayan y Andrés verán cómo la vida les da un vuelco cuando una enfermera a punto de morir, decide confesarle a Antonia, una mujer de la alta sociedad, que cuando la asistió en el parto de su hijo cometió un pequeñísimo error: intercambió su bebé. Treinta años después, Antonia les da una lección. Es por ello, que hace que intercambien sus vidas.