LOL: El que ríe el último

Conocen las reglas, pero, aun así, los diez invitados se han atrevido a participar en el programa: veteranos concursantes y recién llegados del mundo de la comedia, de la tele y de la interpretación. Gracias a una nueva regla, Bully permite a los concursantes recibir la ayuda de populares rostros. ¿Quién pasará a la ofensiva y quién buscará la salvación con una retirada?

Poco después de empezar, todo el mundo está de acuerdo: esto es peor que nunca. Nadie sabe muy bien qué hacer y se atacan unos a otros como hienas. Para más inri, Bully sorprende al grupo con un desternillante dueto musical que, en otras circunstancias, todos habrían disfrutado.

Cuanto más tiempo pasa, más autocontrol se necesita. Una carcajada ajena justifica cualquier medio, ya sea un talento inesperado, una extraña reunión familiar o un animal llorando. Pero cuidado, puedes ponerte en peligro casi sin querer.

El ambiente cada vez está más cargado y ya no hay medias tintas. Tanto los concursantes como Bully agradecen la ayuda exterior. Aparecen estrellas alemanas e internacionales para sorpresa de todos. Nadie podía habérselo visto venir.

Aún quedan siete concursantes para hacerse con la victoria. El ritmo es vertiginoso y no habrá una segunda oportunidad para los músculos faciales. Quién iba a pensar que un programa de debates políticos, una ceremonia de premios o la confesión de un miedo primario podrían hacernos pasar tan buen rato…

Nunca antes tantos concursantes habían llegado al último programa, pero la recta final sirve para separar el trigo de la paja. Ninguna final de LOL había sido tan graciosa. Un enfrentamiento no apto para cardiacos.