Manual Para Ninjas

Silvana, Agustín, Matías y Dorotea son los cuatro alumnos de la academia ninja de Federico, a los que ayuda a liberar su fuerza interior y a superar los prejuicios, el miedo, la ira y la frustración, utilizando las técnicas que ha encontrado en el manual.

Federico, Silvana y Matías consiguen ayudar a Dorotea a liberar su Quí, fingiendo un asalto y concentrando su energía de forma imposible. Asimismo, Federico aprovecha la lección del modo sigilo para que Agustín investigue a su amada.

Agustín le pregunta a Federico si le molesta que tenga una relación con Irma. Silvana consigue desarmar y detener a un ladrón. La siguiente lección es detectar las mentiras, esto ayuda a cada uno de ellos a mejorar sus relaciones familiares y personales.

Milton prefiere jugar una partida de dominó que pasar tiempo al lado de Dorotea. Silvana descubre que la novia de Matías le engaña. Federico debe enseñarles a trepar como una serpiente y tener la astucia de moverse en terrenos imposibles.

El padre de Federico le ha heredado un terreno con una cabaña en un lugar solitario, pero dragón descubre que hay algo en el lago. El engaño mental consiste en hacer ver lo que se quiere ver para obtener el botín deseado.

Al ser desenmascarado por su tía delante de sus discípulos, Federico explica su doble identidad mediante una lección ninja. La manipulación shaolin consiste en hacer creer al adversario que es él quien nos manipula, para poder manipularlo a él.

Durante las lecciones del Modo Escapismo y del Modo Infravisión, los alumnos no sólo aprenderán a evitar peleas innecesarias o a ver la luz en las situaciones más oscuras, sino que también recaudarán el dinero para ayudar a Federico y salvar la academia.

Entre la cortina de humo y las clases de cocina de ninjutsu, Matías consigue ayudar a Federico a evitar el ridículo con Irma, pero Federico no puede evitar caer en un fraude cuando le venden comida japonesa caducada y debe encontrar un remedio.

El Chato, un narcotraficante, es el verdadero dueño de dragoncito y Federico cree que lo ha secuestrado. Junto a sus alumnos y gracias a sus lecciones aprenderán a trabajar en equipo y a desarrollar su intuición para descubrir a sus enemigos.

Federico enseña a sus alumnos el arte de la sugestión y el Legado Shoninki, que les permite utilizar cualquiera de las lecciones aprendidas en el manual, mientras encuentra a Alberto, un compinche de su padre, con el que debe lidiar.

Federico y sus alumnos aprenden a hacerse invisibles a voluntad en los momentos más difíciles o peligrosos a través de la mente y el dominio del tiempo y el espacio, para ver las cosas más despacio y anticipar el golpe del enemigo.

Federico y sus discípulos deben arreglar la fonda de Irma para convertirla en un restaurante de sushi y logre venderla. La resistencia shaolin les enseñará a soportar las dificultades de la vida y a usar la paciencia para aprovecharla en su beneficio.

Federico y sus alumnos aprenderán a confundir al enemigo para lograr la misión, así como la percepción del fin, que es la primera impresión de algo a través de los sentidos, para descifrar si se puede confiar o no en las personas.

La lección para los alumnos será aprender a espiar a su enemigo sin ser descubiertos y el llamado rutilante, que consiste en atraer la mejor energía hacia uno mismo y transformarla en lo que comúnmente se llama suerte.

Federico guía a sus alumnos para que descubran su verdadero yo mientras preparan una fiesta sorpresa para Luciana por su cumpleaños, y les enseña a tener un carácter férreo con la lección del corazón inmutable mientras aleja a su tía de sus vicios.

Federico les entrena en trampas ninja para entorpecer a los rivales, pero sin hacer trampas ni engañar a la gente, y también les entrenará en la multiplicación de imágenes, que consiste en hacer creer al enemigo que el poder del ninja es exponencial.

Federico entrena a sus discípulos en la deconstrucción Shaolin, creando una nueva imagen para que Agustín se presente a un productor, además de aprender el perdón Shoninki, que consiste en aceptar las faltas que otros nos han hecho.

Federico entrena a sus alumnos en la prudencia zen para pensar en las posibles consecuencias de los acontecimientos, además del mantra superación para vencer los obstáculos y subir peldaños, sometiendo los miedos o lo que no queremos desarraigar.

Para entender los mensajes codificados del destino y revelarlos, Federico y sus alumnos deben evitar que la emoción altere la interpretación. El desafío Chosen o Reto Shoninki los llevará a ejercitar su paciencia y concentración.

Los alumnos deben reflejar en los demás todas las virtudes propias, pero no sus defectos, proyectando lo mejor de sí mismos y ejercitando la memoria para invocar la conciencia de los recuerdos y mantener en la mente de forma fresca el más mínimo detalle.

Federico y sus alumnos deben tener la cabeza y el corazón claros para aceptar que a veces las cosas no salen como queremos, aprendiendo a aceptar las derrotas y el modo Aichí, que consiste en envolver con palabras lo que queramos conseguir.

Federico trata de enseñar a sus alumnos a crear o deshacer un gran caos para lograr un objetivo, tiene que haber caos para que se restablezca el orden. El triángulo de dominio consiste en hacer entrar al enemigo en su zona de poder y dominarlo.

La nueva lección llevará a los alumnos a corregir la falta y a no quedarse sólo con el arrepentimiento, después de enmendar el daño. La velocidad Shaolin consiste en buscar en la rapidez de las acciones la clave para sobresalir frente a los demás.

La lección consiste en no seguir el camino del equívoco y tener la inteligencia para detectarlo a tiempo. El Modo contraataque consiste en contrarrestar el golpe del oponente y atacar con fiereza, no por perder la batalla se pierde la guerra.

La lección es generar pesar en el enemigo, el pesar puede ser un arma tan poderosa como la propia espada si se ataca la culpa del oponente. La Tolerancia Zen consiste en soportar las adversidades de la vida teniendo siempre la mejor disposición.