Lourdes trabaja en una farmacia que heredó de su padre. Está divorciada y vive con sus dos hijos. Mientras el marido es un crápula jugador que organiza partidas de cartas en la rebotica y anda siempre buscando un medio fácil de ganar dinero. La farmacia es un lugar muy querido por los vecinos y sirve de centro de reunión de personajes muy dispares que van pasando por ahí.