Aquí no hay quien viva

Las parejas de la comunidad celebran san Valentín y se envían ramos de flores. Emilio intenta recuperar a Belén, Juan a Isabel, Fernando quiere tener un detalle con Mauri y Yago con Lucía.

Emilio y Belén consiguen engañar al seguro y cobrar el dinero. Deciden huir y comenzar una nueva vida juntos, lejos de la comunidad de vecinos. Manolo ha vuelto con la intención de recuperar a Marisa, pero ella no quiere saber nada de él.

La policía encuentra a Belén y a Emilio en las Bahamas y los extradita a España, donde pasan a disposición judicial. Mientras, en casa de los Cuesta las cosas siguen complicándose, sobre todo para Juan.

Rafael ha comprado el videoclub y le da a Paco un mes de plazo para que ponga un negocio rentable. También intenta hacerse con el piso de Carlos, pero alguien se le ha adelantado.

Mamen, la mujer de Higinio, invita a todos los vecinos a una cena en su casa para conocerse mejor. Mientras tanto, a Belén que sigue con el psicólogo, le entran remordimientos por estar engañando a Emilio e intenta romper con él.

Juan e Isabel preparan su viaje a Canarias. Yago y Natalia se apuntan a ir con ellos, pero José Miguel consigue quedarse sólo y montar una fiesta para conquistar a Candela.

La casa de Mamen se va a convertir en el set de un anuncio de galletas, pero a última hora, los de la agencia cambian de idea y deciden que la cocina de los Cuesta es menos artificial y que lo van a grabar allí.

Marisa y Concha deciden abandonar a Vicenta e irse a una residencia, que ahora tienen de todo. Mientras tanto, a Vicenta le han colado un billete falso de cincuenta euros.

Rafael encarga a Emilio que limpie el piso porque se lo va a dejar a un amigo suyo, ''un señor muy importante'', para un encuentro con su amante. En cuanto se enteran, los vecinos montan guardia para saber de quién se trata.

Los Cuesta siguen con obras en su casa y Mariano decide aprovechar también para hacer algunos arreglos en la portería. Tira un tabique y aparecen los huesos de un esqueleto humano.

El padre Miguel le alquila a Paco la trastienda del videoclub para montar una radio pirata. Marisa, Vicenta y Concha aprovechan para hacer un programa de "radio-patio". Belén y Paco siguen con su relación.

El día del funeral de Paloma radio-patio prepara una programación especial para cubrir el evento. Mientras tanto la familia de la difunta, además de algunos de los vecinos, acuden al tanatorio donde Paloma va a ser incinerada.

Emilio y Belén necesitan dinero inmediatamente para pagar al abogado y reparten las invitaciones de boda entre los vecinos incluyendo una lista de bodas falsa con regalos carísimos.

Emilio y Belén ensayan la discusión que piensan interpretar ante el altar, a última hora, para cancelar la boda. La ceremonia es al día siguiente, pero dos horas antes, ambos tienen que acudir al juicio por estafa que tienen pendiente.

Belén y Emilio se esconden en la pensión Loli una semana porque los vecinos piensan que están de luna de miel en la playa. Pero Paco, cada vez más celoso, descubre el engaño de la boda y se lo cuenta a todos.