Cuenta las aventuras y desventuras de Samed (un duende de las arenas que vive en una cantera), que puede concederle deseos a quien se lo pida. Sin embargo "no se sabe si por limitación de magia o por qué no habita en su mundo de origen", su magia en el mundo real solo dura hasta el atardecer, por lo que a veces los deseos generan ciertos desastres, más enseñan valiosas lecciones.