Mr. Osomatsu

Los hermanos Matsuno se acercan a pasar el día en las carreras de caballos e incluso consiguen que Totoko los acompañe.

Los sextillizos preparan su regreso con su nueva serie, pero el futuro que les depara parece ser muy dramático y necesitan hacer algo para cambiarlo. ¿Lo lograrán o acabarán siendo unos ninis sin remedio?

Los sextillizos se encuentran en la encrucijada de encontrar trabajo pronto si no quieren que los echen de casa. Por suerte tienen una gran idea.

Choromatsu e Ichimatsu se quedan solos en casa, pero no tienen nada en común y la situación se les hace incómoda. Después Totoko intentará ganar un concurso pese a los esfuerzos de los sextillizos por entretener al presentador.

El padre de los sextillizos parece decaído y deprimido, con lo que ante la amenaza de que por su tristeza deje el trabajo, sus hijos deciden ayudarlo. ¿Cuál será su problema?

Varias historias nos presentan a los sextillizos y su entorno en pleno verano, con el sol atacando con fuerza. Pero ¿qué hacer en verano si no conseguir una buena chica? O al menos eso piensan ellos.

Los sextillizos se quedan solos en casa cuando sus padres se van de viaje sin decirles nada, pero entonces aparece un Iyami completamente destrozado a pedirles ayuda, aunque ellos se niegan. Luego Hatabo buscará amigos a punta de pistola.

La clásica historia de los Tres Reinos toma un tinte diferente si añadimos un cuarto en el que viven los Matsus. Luego, Todomatsu se llevará a Osomatsu a una cita doble.

Primero veremos el caos que se puede crear con una máquina que fusiona cosas. Luego Jyushimatsu querrá ser un delfín.

Cuando conviven seis personas en un cuarto, la hora de dormir puede ser un suplicio para quien se quiere dormir primero. Luego Iyami lucirá sus dotes en el salón de juegos y Totoko volverá a pelear con su rival mientras bebe.

Karamatsu no puede negarse a las peticiones de sus hermanos y le acaban encargando todo a él. Luego Totoko comienza a trabajar en una compañía, aunque resulta bastante inútil. Al final los actores de voz de la serie nos demuestran su gran nivel de profesionalidad.

Cuando los sextillizos abusan de la confianza de Chibita, este se enoja, pero cuando le hacen algo imperdonable... su venganza será temible.

Jyushimatsu entabla amistad con un niño que quiere ser su aprendiz y al que enseña todas sus locuras, aunque nadie entiende cómo puede haber alguien interesado en las bromas de Jyushimatsu. El problema llega cuando la madre del niño lo descubre.

Llega el día de Fin de Año y los sextillizos lo celebran como pueden, aunque no son las únicas caras conocidas que viven algo curioso el 24 de diciembre.

Cuando Choromatsu decide teñirse el pelo se desata una cadena de excusas y falta de delicadeza entre sus hermanos.

Un frasco que se abre, más críptidos, el debut de Karamatsu como taxista y un concurso de preguntas por parte de Totty.

Tras la historia de un camuflado pirata espacial y una batalla de oden con el padre de los sextillizos, conoceremos a Kin-chan, la nueva vecina de los ninis y que opaca a Totoko-chan.

Los sextillizos van a cenar yakiniku, lo cual para Karamatsu ya supone suficiente felicidad, así que cuando la suerte comienza a sonreírle, él empieza a temer la venganza del karma y tiene que hacer algo para compensarlo.

Iyami vive como un ladrón en una ciudad repleta de pobres, pero un encuentro con una pequeña niña ciega cambiará su vida.

Dekapan es ahora el nuevo presidente, pero él solo quiere tocar ESE botón. Luego los ninis deciden que este año quieren recibir chocolate de San Valentín y se esforzarán por conseguirlo.

Esta semana nos encontramos con una serie de sketches de diferente tipo donde conocemos a Karapino, se pierden carteras, se hacen declaraciones de la renta, abunda el polen y más.

Convertirse en timbre estando ebrios, buscar trabajo a ritmo de banana y la dura decisión de unos padres de enviar al reformatorio a uno de sus hijos.

Los sextillizos, Totoko, Iyami y el resto, van de viaje a Hawái en el avión de Hatabo cuando este tiene un problema técnico, cae y acaban perdidos en una isla.

Los protagonistas intentan alargar una noche de diversión cuando esta no tiene salvación. Dayoon por su parte se encuentra con alguien idéntico a él, e Iyami se preocupa porque no encaja en la serie.

El padre de los sextillizos se desmaya y acaba en el hospital, lo que hace que estos decidan que deben sentar por fin la cabeza, ser responsables y trabajar.