Lucky

Bernie nace en una familia de clase trabajadora que crece durante la Segunda Guerra Mundial. Desde muy joven se enamora del automovilismo y acude a la primera carrera de la historia de la Fórmula 1, poco después, empezaría a trabajar con los pilotos…

A comienzos de los años 70, Bernie Ecclestone se convierte en el propietario del equipo Brabham y lo moderniza. En su nueva posición, se esfuerza conseguir más dinero para los constructores, aunque eso le suponga luchar contra el sistema de poder establecido en la Fórmula 1. Mientras tanto en la pista es la época gloriosa de Jackie Stewart, Fittipaldi, Niki Lauda y James Hunt.

Los conflictos entre la FOCA dirigida por Ecclestone (apoyado por Enzo Ferrari) y la FISA presidida por Balestre se recrudecen en el final de la década de los 70 al mismo tiempo que la aparición del efecto suelo provoca una gran revolución en el campeonato. La guerra entre Ecclestone y Balestre llega a su episodio más tenso en el Gran Premio de España de 1980.

La firma del Pacto de la Concordia abre una nueva etapa en la historia de la Fórmula 1 y el que era el mayor enemigo de Bernie Ecclestone termina transformándose en un aliado valioso. En los circuitos, las batallas por el reglamento técnico son casi tan duras como las de los pilotos en pista y entre los campeones de aquellos años 80 se cuela el Brabham de nuestro protagonista.

A la vez que Alain Prost y Nikki Lauda se convierten en compañeros de equipo para luchar por los campeonatos del mundo de la mano del dominante equipo Mclaren, nace una nueva estrella llamada Ayrton Senna. Bernie descubre un nuevo modelo para la Fórmula 1 que afectará al futuro del deporte mientras Nigel Mansell y Nelson Piquet luchan por el campeonato de 1987.

Durante estos años los mejores pilotos luchan por los campeonatos y los equipos luchan por conseguir al mejor piloto: un nivel de competencia que hace de la Fórmula 1 el deporte más emocionante del mundo. La trágica muerte de Senna hizo sospechar sobre todo lo que Bernie había construido. Emoción que también llegó con la rivalidad entre Prost y Senna que se llevaría a cabo durante varios.

Bernie mejora la calidad de producción, pero su salud, riqueza y poder sobre el deporte parecen estar llegando a su fin o quizá no. Damon Hill hace historia y Mika Hakkinen interrumpe el dominio de Michael Schumacher, pero la superioridad del alemán en la pista pone nerviosos a los accionistas de la F1.

Fernando Alonso y el recién llegado Lewis Hamilton se convierten en compañeros de equipo, garantizando una intensa rivalidad dentro y fuera de la pista. Lo que debía ser un período estable en la F1, mientras Bernie lleva el deporte a nuevas fronteras, él y el deporte se ven afectados por grandes escándalos. Llega el nuevo dueño de la F1, Liberty Media pero ¿y Bernie?