Cuando Benito Lacunza -camarero holgazán aspirante a músico de jazz- tiene que volver por unos días a Estella, su pueblo natal, descubre con sorpresa que su hermano Lalo, un santurrón aficionado a hacer esculturas con chatarra, se ha echado novia. Benito la conoce de sus juergas adolescentes: es Nines, una madre soltera castigada por la vida.