Dioses americanos

Cuando sueltan a Sombra Moon de la cárcel unos días antes por la muerte de su mujer, conoce al enigmático Sr. Miércoles, que lo contrata como guardaespaldas.

Mientras el Sr. Wednesday comienza el reclutamiento para la inminente batalla, Shadow Moon viaja con él a Chicago y acepta jugar una partida de damas con el antiguo dios eslavo Chernabog por una elevada apuesta.

Shadow cuestiona las condiciones de su empleo cuando el Sr. Wednesday le informa de su plan para robar un banco (porque, claro está, todo ejército necesita financiación).

Alternando entre el pasado y el presente, se explora la vida y la muerte de Laura: cómo conoció a Sombra, cómo murió y cómo resulta que ahora está sentada en la cama de la habitación del motel.

El reencuentro emotivo de Shadow, que intenta arreglar las cosas con su difunta e infiel esposa, se ve interrumpido cuando los Nuevos Dioses los secuestran a él y al Sr. Wednesday.

Tras la demostración de fuerza de los Nuevos Dioses, Sombra y el Sr. Miércoles huyen y se refugian con uno de los viejos amigos del Sr. Miércoles: Vulcano, el dios de la fragua y el fuego.

Tras su breve reunión con Sombra, que termina demasiado rápido, Laura acude a un curioso compañero de viaje para encontrar el camino que la lleve de vuelta a la vida y a Sombra. Se explora el largo, sinuoso y a menudo trágico pasado de Sweeney el Loco.

La noche antes de la batalla, el Sr. Miércoles debe reclutar a un Dios Antiguo más: Ostara, también llamada Easter, la diosa del amanecer. Pero para convencerla hay que dejar una buena impresión y para ello es necesario contar con el Sr. Nancy.